top of page

Hablemos de ansiedad

  • Foto del escritor: Franco Medina
    Franco Medina
  • 5 ene 2022
  • 2 Min. de lectura



Por Mariano Quiroga, licenciado en Psicología M.P 370


Todos conocemos a la ansiedad, no existe persona que, en mayor o menor medida, no la haya experimentado. Desde un movimiento de pierna mientras estás sentado o comerte las uñas, hasta el momento justo antes de rendir un examen. La preocupación por algo que está por suceder nos lleva a conocerla. Sin embargo, también es mucho más que eso, para algunas personas es experimentar taquicardias, mareos fuertes o sudoración, entre otras sensaciones.


Por eso, es necesario que sepamos un poco más acerca de la ansiedad, pero antes es importante hacer una clara diferenciación con el estrés, ya que muchas veces puede llevar a confusión. El estrés es un estado de alerta a una amenaza identificable, que por lo general, se da en corta duración. A diferencia de esto, la ansiedad es el estrés que queda una vez que el factor estresante ha desaparecido. Es decir, es la preocupación por algo que está por suceder, se mantiene un estado de alerta donde el cuerpo y la mente se preparan para algún suceso que mantiene preocupado al ser humano.


Lo que no se puede procesar en la psiquis, el cuerpo trata de hablar

Como dije anteriormente, la tenemos todos y puede somatizarse de diferentes maneras, pero cuando la ansiedad se prolonga con el tiempo y se da de manera más intensa puede llegar a considerarse lo que conocemos como "trastorno de ansiedad generalizada" o los famosos "ataques de pánico". En esos casos, por lo general, se hace una derivación o interconsulta con un psiquiatra para trabajar en conjunto.


Una persona con ansiedad presenta síntomas que afectan distintas áreas de su vida. No solo siente amenazas a un peligro externo, cómo pensar que lo están juzgando, sino también a lo interno. Los más comunes son: intranquilidad, nerviosismo, palpitaciones, sudoración, taquicardia, respiración y ritmo cardíaco acelerado, dolores de panza, lo que comúnmente llamamos como somatizaciones, entre otros síntomas.


Respecto a esto, hay que aclarar que por tener algunos síntomas a lo largo de nuestra vida, no quiere decir que tengamos trastorno de ansiedad. Para realizar ese diagnóstico es necesario un especialista, sea psicólogo o psiquiatra.


El trastorno de ansiedad se puede curar y controlar

Dicho todo esto, lo más importante es que el trastorno de ansiedad se puede curar y controlar, las diferentes técnicas o intervenciones las va a manejar el profesional psicólogo desde el enfoque que trabaje, pero creo que antes de hacer alguna intervención, es importante conocer antes que nada la historia de vida de ese persona, no juzgar y dejar hablar para así luego intervenir en él.


Por último, si tengo un familiar, amigo o conozco una persona que sufre de ansiedad y vemos que está intranquilo, que no puede dormir, que esta sensación lo afecta en su día a día, lo importante es poder escuchar a esa persona, para ver qué está pasando en su interior y luego necesariamente pedir ayuda profesional porque obviamente no es lo mismo la escucha de un familiar/amigo, a la de un profesional capacitado para tratar la ansiedad.


Comments


bottom of page