Por: Franco Medina
¿Por qué Cuba hace años está en crisis? ¿De quién es la culpa? ¿Qué pasa con el disenso? ¿Se puede hacer un análisis de esta situación sin caer en los extremos de “socialismo pobre, capitalismo rico” o “socialismo romántico y capitalismo malo”?
En esta entrevista Lisbeth Moya González, socióloga y periodista cubana responde estas preguntas y hace un análisis crítico de la situación que está atravesando su país. Para conocerla más recomiendo su texto "Yo no soy como el che"
Lisbeth cree que el gobierno cubano invirtió en seguridad para garantizar su poder, porque perdió hegemonía y consenso. No sólo por la crisis actual, también por la crisis política y de legitimidad que tiene el gobierno desde que se empezó a abrir cada vez más a medidas capitalistas. La periodista agrega que desde que la propiedad privada pasó a ser parte de la nueva Constitución en 2019, el gobierno piensa el crecimiento económico de una manera más capitalista, potenciando el turismo de manera “colonizada y terrible”, y no de una manera más autóctona, como puede ser realzando a los productores individuales y a las personas que tienen algo que ofrecer.
El gobierno cubano en 2022 invirtió 16 veces más en la construcción de hoteles, servicios empresariales e inmobiliarios, que en el área de salud. Y 27 veces más que en educación.
Distribución sectorial de inversiones de enero a junio de 2022. Cuadro:elestadocomotal.com
“Sumado a esto, también limitan burocráticamente el crecimiento, que es una paradoja porque el gobierno por un lado habla de potenciar eso, pero económicamente da apertura de potenciación a sus socios, a los hijos de los que están dentro del gobierno y a los que están bien con ellos, osea hay un filtro ideológico por el que tiene que pasar el emprendimiento”, agrega Lisbeth.
Muchos medios y organizaciones están hablando de una crisis alimentaria, hospitalaria y de presos políticos en Cuba, ¿Esto es así? ¿Qué influencia tiene Estados Unidos?
Cuba ahora mismo se encuentra en una crisis que yo equipararía, e incluso sobrepasaría al periodo especial, que fue en los años 90 con la caída del muro de Berlín. Es una crisis que está dada por muchos factores, primero que todo por el bloqueo norteamericano, Donald Trump heredó más de 240 medidas nuevas contra Cuba en su mandato, que le pusieron difícil el trabajo a nuestro país. Segundo, el tema de la deuda. Cuba tiene una deuda de millones y millones con el club de París y con diferentes entidades europeas. Cada día está más endeudada, incluso sometida a juicios internacionales que se han dado en los últimos tiempos.
También por supuesto el tema del covid -19, crear una vacuna propia y atender de manera gratuita y sumamente rigurosa a cada uno de los pacientes en el inicio de la pandemia, fue súper costo para el Estado. Con la vacuna propia que se logró, se gastaron muchísimos recursos y se hizo una campaña de vacunación bien grande al todo el pueblo cubano.
Otro factor es el proceso que hubo de descapitalización de la industria y de malas decisiones burocráticas dentro del propio país, como priorizar la importación por encima de la producción dentro de la isla, o ver la salida económica en potenciar un sector privado y en la inversión extranjera, y no potenciar la agricultura y los emprendimientos dentro de Cuba para que económicamente crezcan los pueblos y no solamente ciudades como La Habana por ejemplo, que tampoco han logrado que crezca nada. Sumado también a los fenómenos climatológicos y dramas importantes.
Por eso se da el éxodo cubano…
Se da como respuesta a toda esta crisis, que debe ser analizada en una perspectiva mucho más amplia, porque las olas migratorias en Cuba no se dan casualmente cada vez que hay una crisis económica y estructural profunda. Son propiciadas por el propio gobierno a modo de estrategia política, es una vía de escape que usan así pueden seguir gobernando. Cuando pasó la crisis del Mariel por ejemplo había una coyuntura política específica, Fidel Castro lo que hizo fue utilizar la migración como moneda de cambio. Con la crisis del Período Especial lo mismo, no podían sostener, se les estaba yendo de las manos y dijo “váyanse todos de aquí”. Ahora básicamente ocurre con la crisis política que tiene el gobierno, porque en Cuba hubo mucho disenso, desde 2018 hasta 2021 más o menos había una sociedad civil que se estaba organizando, veías movimientos animalistas, movimientos lgbt, por los derechos humanos, incluso activismo full.
¿Qué pasó con ese disenso?
El gobierno desarticula eso con su brazo político que es la seguridad del Estado, hace que se exilien todas estas personas de manera muy discreta y también difunden información falsa en su red mediática, que básicamente son todos los medios de comunicación, porque el periodismo independiente en Cuba existe, pero es penado, perseguido y atacado, yo soy un ejemplo de eso. Las redes de disenso que se estaban articulando eran super interesantes, porque estaban integradas por jóvenes artistas, intelectuales, había organizaciones barriales en algunos casos, que estaban exigiendo de manera pacífica al gobierno un espacio de interlocución, como la sociedad civil suele hacer.
Exilian a los principales líderes o los cogen presos, muchos de ellos todavía están en la prisión, así logran tener el control político nuevamente a base de coerción y de difamar regularmente a todo el que disienta en Cuba. Básicamente si tu eres de izquierda, de derecha, de centro, lo que sea y le quieres proponer algo al gobierno a través de la manifestación, de una lectura de poesía o sentada pacífica, entre muchos otras cosas que se probaron, no importa lo que hagas vas a ser difamado, van a decir que eres pagado por la CIA o por los Estados Unidos. Alguna vía van a inventar para sacarte de circulación, amenazarte con la cárcel o el exilio. Lo logran, en algún momento te vas o te quedas preso, como me pasó a mí.
¿Qué son las tareas de ordenamiento aplicadas por el gobierno cubano?
Durante la pandemia, específicamente en enero de 2021, el gobierno empieza a aplicar un paquetazo neoliberal de reformas que se venían gestando desde hace muchos años atrás y se llaman “tareas de ordenamiento”, que tienen que ver con la unificación de la moneda, con la necesidad que tiene el gobierno de calcar monedas extranjeras que necesitan para comerciar en el mercado internacional.
Para captar los dólares y las monedas extranjeras el gobierno decide abrir tiendas de una moneda virtual llamada MLC. Osea, si tu tienes un familiar en Cuba le mandas remesas y eso le llega a una tarjeta en MLC, el dinero se lo queda el gobierno y esa tarjeta se convierte en un saldo con el que la persona puede ir a comprar a unas tiendas específicas.
Con el dinero que se recaudaba en las tiendas, el gobierno lo iba a usar para llenar los estantes vacíos de las tiendas en pesos cubanos a los que tienen acceso la población y los obreros en Cuba. Supuestamente esto iba a ser así, pero no pasó. Empezaron a desaparecer las tiendas en pesos y estaban sumamente desabastecidas. La medida de choque del gobierno, fue utilizar el mecanismo de la libreta de abastecimiento, en la que anteriormente ellos daban comidas muy subsidiadas para que la gente tuviera para el mes, como las raciones, pero eso se quitó.
Ahora esa libreta se empieza a usar para vender combos de comidas de manera racionada, porque no había en el país productos como para que las personas compraran todo lo que quisieran. Cada cierto tiempo el gobierno dice “bueno, este mes le toca comprar al barrio de Jesús María en La Habana”, entonces van todos los del barrio a la tienda y compran. La libreta no ha quedado para alimentar a la población con el subsidio gubernamental, quedó para distribuir lo poco que hay. Pasa algo super interesante, antes de esto el gobierno sube el salario (precariamente), también sube los servicios que estaban subsidiados, entonces la persona gana un poco más pero gasta mucho más porque la inflación se dispara con esta tarea de ordenamiento.
Libreta de abastecimiento de Cuba
¿Entonces con esta falta de productos toma más protagonismo el mercado negro?
La persona de a pie no tiene el dólar como para que se le convierta en MLC, entonces agarra y va al mercado negro, que en Cuba tiene muchísimos matices, está el de los medicamentos, los alimentos, de la moneda, y en los últimos tiempos incluso del efectivo. Resulta que el gobierno no tenía dinero para dar y se creó una alternativa informal que es esta, básicamente tu me das un poco más de dinero y yo te doy efectivo, porque no hay dinero en los cajeros. Una locura.
En Cuba ahora mismo la gente está viviendo gracias al mercado negro, lo mismo sucede con los medicamentos, incluso se da el intercambio de medicamentos por comida. Actualmente para conseguir algo no vas a las tiendas, vas directo al mercado negro porque es en donde está y lo vas a poder conseguir sin problema y sin hacer filas, que es muy importante porque muchas veces hay cosas pero son muy reducidas y tienes que hacer fila de meses para conseguir un producto básico.
Esta crisis tiene que ver también con la gestión gubernamental, el gobierno todo el tiempo está invirtiendo en la propiedad privada y es muy obvio, a pesar que no hay cifras ni transparencia, que los miembros del gobierno se están enriqueciendo con esta coyuntura, porque básicamente son los que tienen el dinero para invertir, para empezar negocios y el capital inicial, como pasó en Rusia.
El 11 de julio de 2021 hubo protestas masivas a causa de la crisis que está viviendo Cuba hace varios años, ¿Hubo cambios en la sociedad y en el Estado después de esto?
Yo diría que el 11J es un factor determinante de pérdida de consenso en torno al sistema político cubano. La gente al ver que tú te revelabas y no tenías nada, hizo crecer el grado de desesperación. Porque coño, había apagones, crisis económica, había todo eso y no podían protestar, no podían cambiar nada, la gente no tenía poder y eso las protestas lo dejaron bastante claro. Lo otro que dejó claro el gobierno es que si te revelas vas a pagar las consecuencias. El 11J tuvo un saldo de más de 1.000 presos políticos, muchos de ellos condenados a 1,2,3 o hasta 30 años de prisión por su manifestación.
Las manifestaciones de ese día yo diría que en su mayoría fueron pacíficas, el gobierno lo niega, porque en determinados momentos se atacaron las tiendas o hicieron otras cosas, pero fueron bastantes pacíficas. Ellos dieron palos, golpearon y violentaron de manera extrema a los manifestantes, yo lo vi, estuve ahí y la gente sufrió las consecuencias de eso, un tejido social resquebrajado de mucho dolor de los familiares, de los presos y los activismos que además después persiguieron y criminalizaron a nivel mediático.
También hay algo que aclarar, yo no diría que el 11J fue un éxito para la sociedad cubana, por lo menos no en sentido material, quizás en lo simbólico de un despertar que a largo plazo tenga otras consecuencias en materia de organización de la sociedad civil, pero en materia política puntual, o sea el pueblo, la gente de a pie, no resolvió nada material para su vida. Lo único que resolvió fueron presos políticos y los de abajo pagando las consecuencias.
¿El gobierno como consecuencia de estas protestas también cambió algunas leyes, no?
Si, en septiembre de 2022 instauran un nuevo código penal con un arsenal legal para criminalizar al disenso. El gobierno estudió bien los activismo tanto de ese día como los anteriores para castigarlos incluso a nivel comunicacional, crearon una ley de comunicación donde castigan a todo aquel que hable mal del gobierno en redes sociales, porque se dieron cuenta que ahí también se podía disentir.
También hubo cambios en materia de seguridad, mientras el pueblo se está muriendo de hambre el gobierno después del 11 de julio hizo gala mediática de su inversión en materia de seguridad, de todos los artilugios que compraron para reprimir manifestaciones, desde uniformes y armas blandas para golpear a la gente en una manifestación, hasta gases pimientas y cosas por el estilo.
Para Amnistía Internacional este Código Penal contiene leyes preocupantes para los derechos humanos, ya que silencia a la disidencia. "Corre el riesgo de consolidar aún más unas limitaciones arraigadas a la libertad de expresión y de reunión, y presenta un panorama aterrador para periodistas independientes, activistas y cualquier persona crítica con las autoridades”, expresaron en un comunicado.
Imágenes de las protestas del 11 de julio de 2021
¿Cómo es ser una joven comunista crítica en Cuba y qué papel tienen los jóvenes en el país?
Empezar a darte cuenta de que ser comunista y tener una postura de izquierda en Cuba no tiene otra vía que el disenso es bastante fuerte, porque estás disintiendo dentro de un país que tiene un discurso de izquierda pero que, en esencia, en los últimos tiempos no lo tuvo. Entonces, cuando tú aceptas eso, te das cuenta de que el disenso tuyo es necesario, es imprescindible en ese momento. Porque además estamos rodeados, en el caso de Cuba, de una sociedad civil de derecha por oposición a toda la criminalización de la que te he contado y la que ha sufrido la gente que disiente en Cuba desde el inicio de la Revolución.
Todo lo que la izquierda defiende y reivindica, yo lo defiendo y reivindico también. Si eres de izquierda y revolucionario no te puedes quedar callado ante la persecución política que existe en Cuba, ante la crisis, la falta de atención del gobierno de determinadas poblaciones, ante el racismo estructural que está existiendo en Cuba ahora mismo. Mi postura como militante ha sido muy perseguida igual que si fuera una disidencia de cualquier rama política.
Es importante centrar el papel de los jóvenes en Cuba, porque por un lado están los jóvenes que se están yendo porque no ven futuro en la isla, pero por otro lado, los que se están quedando y los que realmente van a poder hacer algo. Yo espero que cambien algún momento y que los jóvenes lleven adelante un proceso de democratización y sobre todo de crecimiento económico de ese país, porque si no, sencillamente no sé lo que va a pasar, o sea, va a ser cada día peor.
¿Por qué empezaron a perseguirte?
A mí me empiezan a perseguir por varias razones. Cuando terminé la carrera fundé junto con otros compas un medio que se llama Comunistas Blog, era completamente independiente y freelance. Ahí empecé a escribir con un pseudónimo porque tenía miedo, ya que empezábamos a difundir ideas de izquierda pero que eran discretas críticas. En esos momentos empieza un persecución silenciosa, en la que a mí no me citaba la seguridad del Estado pero me mandaban a decir que me tenían en la mira.
En 2021 decidí que no quería seguir escribiendo para el Estado por todo lo que estaba viendo de censura y falta de ética dentro de los medios cubanos, así que empecé como periodista independiente a ser cada día más crítica en mis redes sociales y con mi espacio comunicacional. Entonces me empezaron a perseguir por eso y por mi activismo. El 30 de abril de 2021, Leonardo Romero Negrin, que fue mi pareja, un joven de izquierda crítica también, es arrestado porque sale a la calle con un cartel que decía “socialismo sí, represión no”. Ahí empiezo a hacer activismo con jóvenes universitarios para que lo liberen y fue la primera vez que hable con la seguridad del Estado.
Después vino el 11 de julio y salimos a la calle con Leonardo y otros jóvenes. Los cogieron presos a todos, mis amigos, parejas, compañeros, todos. Yo quedé libre de milagro, logré escapar literalmente a la fuerza corriendo y quedé afuera. Ahí empecé a hacer un activismo bastante fuerte por los presos políticos con textos y movilizando firmas, entre otras cosas, hasta que ya eso no dio más y me acuerdo que fue en agosto de 2021 cuando el gobierno empieza a perseguirme directamente con nombre y apellido. Llamaban a mi familia y amigos, me interrogaban, llamaban a la persona de las rentas y le decían que si seguían rentándome la vivienda les iban a quitar la licencia, era un nivel de acoso terrible. Se metían en mi vida, en mis relaciones personales, llamaban a mis parejas. Así pasó.
¿Cuba se quedó en el tiempo o en otros países pasan situaciones similares pero no lo queremos ver?
Este tema es polémico, porque ciertamente sí, se quedó en el tiempo, pero no porque seamos una especie de maqueta turística del pasado. Supongo que eso se ha evaluado a nivel turístico y se ha vendido de esa forma, pero tiene que ver con el cierre que había en Cuba. Se quedó en el tiempo porque el modelo económico no logró desarrollarse, sobre todo por las sanciones norteamericanas y por la burocracia interior, y también se quedó en el tiempo por la necesidad del gobierno de controlar políticamente la comunicación y la información. No hubo internet hasta 2018, no se podía salir y casi ni entrar sin el permiso del gobierno hasta los años 90, y eso se fue flexibilizando en los 2000. Entonces, sí, o sea, la población cubana estaba encapsulada ahí.
Con respecto de la cuestión inmobiliaria, se quedó en el tiempo porque no había dinero para reparar, por ejemplo el casco histórico se está cayendo, no se ha hecho más nada, lo que hacen es reparar lugares específicos como decimos, dar colorete, dar pintura y ya.
¿Qué sentís cuando a Cuba se la analiza desde una mirada simplista y extremista?, como por ejemplo “todo lo que está en Cuba ahora es malo, tienen que abrirse al capitalismo para mejorar”, entre otras frases.
Ese tipo de extremismo tiene que ver con la polarización política que existe en Cuba, con una situación económica tan extrema y además con un proceso de adoctrinamiento como el que ha llevado adelante la revolución cubana, que forma intelectuales y profesionales brillantes y después no los deja expresarse, y que también adoctrina a los niños en la educación desde el inicio. Ese adoctrinamiento hace que la gente cree un rechazo cuando se enfrenta a una nueva situación, porque es comunismo, comunismo, comunismo pero sin saber lo que significa, te aprendes las cosas de memoria, pero no sabes cómo funciona. El propio Estado formó estos monstruos, la gente necesita libertad, respirar, y no hablo de libertad en abstracto, hablo de libertad participativa, de opinar y no ser perseguido por eso.
Estos discursos de que Cuba es malo, tiene que abrirse al capitalismo para mejorar y etcétera, son resultado primero de la guerra mediática contra el país, que es lo que dicen desde el inicio de la revolución. Segundo, del cansancio de los propios cubanos que en esta gran ola migratoria están saliendo de un infierno y están llegando al supuesto paraíso neoliberal donde tienen a la mano los productos, las cosas y pueden de pronto trabajar y ganar 3 kilos.
A esta altura yo estoy vacunada, entendí cómo funciona ese fenómeno y cuando oigo a cubanos decir estas frases, yo ni siquiera me enfrento a ellos, ni trato de negarles lo que están viviendo porque son experiencias muy particulares. Sería muy colonizador de mi parte que yo fuera a reducir otras experiencias de decirle tú eres un estúpido a un cubano que está viviendo eso y que vive una experiencia migratoria, traumática y jodida. Trato de mantener una postura respetuosa frente a los cubanos que piensan de esta forma, porque yo no estoy por encima del bien y el mal.
Entonces, ¿Cómo me siento? Por supuesto que me duele, me gustaría que todos, incluso el gobierno cubano, pudieran entender el proceso en su complejidad y sentarse en una mesa a dialogar y decir vamos a sanar las heridas de una nación, vamos a construir a pesar de lo que tenemos encima, vamos a abrirnos al mundo de otra manera, como lo hicimos con la revolución cubana y de una manera que no sea el capitalismo.
¿Cómo se está aplicando el capitalismo en Cuba?
Los primeros que se están abriendo al capitalismo para “mejorar”, no son los cubanos de la diáspora, sino el propio gobierno cubano. Tu le preguntas a un cubano de a pie y dice “oye que venga el capitalismo si ya no hay más nada, con este trabajo y el hambre que estamos pasando lo que sea que venga no puede ser peor que lo que estamos viviendo”. Ese es el concepto, pero lamentablemente ese capitalismo ni siquiera se está aplicando de manera democrática, osea no son los cubanos los que están decidiendo eso. Yo se que al cubano de a pie, que no tiene una formación política sólida, tu le dices “bueno tu quieres capitalismo, pero tu quieres que la salud sea privatizada”, y esa persona te va decir “no ni loco, si la salud la privatizan yo salgo pa' la calle”, con la educación y la cultura lo mismo. Lo que pasa es que el gobierno lo está haciendo de manera silenciosa y tranquila, medidas a gotas, que está escalando al punto de llegar a un capitalismo rasante y que dentro de unos años el nivel de desigualdad va ser más abismal que lo que es ahora. Va ser un capitalismo doloroso y sangriento.
¿Cómo se puede mejorar toda esta situación?
Para mí, la forma de mejorar esta situación respecto a Cuba tiene que ver con la política, que jóvenes o personas con una conciencia de izquierda crítica logren escalar de alguna manera los espacios decisivos del gobierno, o que sencillamente el gobierno decida dialogar. Y creo que eso es imposible, pero vamos a soñar con esta pregunta. Tendría que ser ese diálogo y ese volver a lo que la revolución fue en los inicios, que es ser antropocéntrica, poner en el medio a lo humano y decir, vamos a construir con todos y para el bien de todos, como lo planteaba José Martí, el héroe Nacional de Cuba, y empezar a pensar de nuevo de esa forma. Las reservas morales, las reservas humanas y sentimentales están ahí, incluso la infraestructura de sociedad justa está ahí, lo que no está es la salida económica ni la voluntad de los que están en el gobierno ahora mismo.
Entonces, habría que por un lado enfatizar en una apertura económica, o sea, en una posibilidad de apertura económica que pensara más en el desarrollo de los de abajo que los de arriba, y más en el desarrollo local que en la inversión transnacional y en la inversión extranjera. También a nivel mundial habría que apoyar a Cuba, porque Cuba ha estado sola mucho tiempo y ya lo decía León Trotsky y la mitad de los teóricos marxistas del mundo, la revolución en un solo país es inviable. Segundo, que los Estados Unidos de alguna manera cesara ese acoso, por lo menos económico contra Cuba. Y tercero, un proceso de diálogo nacional y reconstrucción de ese tejido político y social que tenga que ver con un diálogo intenso y sostenido en el tiempo de todos los cubanos, o sea, de todas las corrientes políticas que hay al interior de la sociedad civil cubana.
Lo más importante también sería que cambiara el juego político en cuanto a la representatividad, que realmente puedan salir de la población los líderes sociales y los asambleístas. Eso en Cuba no se puede. La gente sale de la población, sí, todo muy bien, pero se mantiene ahí hasta que el gobierno quiere y es útil. Cuando disidentes, personas que ven el día a día, que piensan distinto, logren llegar a la Asamblea Nacional, plantear leyes, hacer interpelaciones, cuando logre ver ese diálogo que es duro, es difícil, pero que es el diálogo de donde sale la política se abriría un paso de avance bastante grande en Cuba.
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